Es una cuestión que todas nos hemos preguntado alguna vez ¿me lo lavo demasiado? ¿Cada dos días está bien? ¿Y si llevo el pelo teñido qué frecuencia es la más recomendable?
La realidad es que no hay una verdad única que defina cuántas veces se debe lavar el cabello sino que es algo que nos afecta a cada una de nosotras según las características de nuestro pelo, nuestras rutinas diarias: trabajos que realizamos, deportes que practicamos y si nos hemos hecho algún tratamiento capilar como un tinte o un alisado. Al final, como en todo, lo que impera es el sentido común.
Recomendaciones generales para todo tipo de cabello
Existen pautas o recomendaciones generales para todas que nos pueden ayudar a mantener el pelo sano, hidratado y brillante, además son muy fáciles de incorporar en nuestro día a día. Algunas de ellas son:
- Cepillar el cabello y desenredarlo antes de entrar en la ducha para eliminar los posibles nudos que se hayan formado durante el día y quitar el polvo acumulado. De esta forma, el champú podrá acceder mejor al cuero cabelludo y conseguiremos un lavado más eficaz, después, con agua templada mojaremos el cabello con abundante agua antes de aplicar el champú.
- La mejor manera de aplicar el champú para que penetre por igual en todas las partes del cabello es mezclarlo con un poco de agua y extenderlo sobre el cabello masajeando con las yemas de los dedos activando el riego sanguíneo sin enmarañarlo. Así, conseguiremos que quede limpio por las distintas zonas de la melena y facilitaremos el peinado.
- El momento del aclarado es clave si queremos que nuestra melena se vea reluciente, al tratarse del último paso, hay que asegurarse que no quedan restos del producto usado para el lavado de nuestro cabello. Es importante atemperar el agua hasta que esté tibia ya que si aclaramos el pelo con el agua demasiado caliente se podría producir una capa extra de grasa natural.
Un truco final: si quieres conseguir un extra de brillo ¡aplica un poco de serúm en las puntas! Si lo utilizas cuando el pelo aún está húmedo, antes del secado, evitarás el encrespamiento una vez seco y lo protegerás del aporte de calor.
[Tweet «Aclara tu melena con agua #templada y #evita la producción de #grasa natural»]
Tratamientos según mi tipología de cabello y cúantas veces se debe lavar el cabello
- Cabellos secos
El cabello seco se caracteriza por tener un aspecto áspero al tacto y suele carecer de brillo, además este tipo de melenas acostumbran a sufrir encrespamientos y resultan difíciles de peinar. Si este es tu caso, deberás incidir en la hidratación y la reparación de tu cabello aplicando productos que ayuden a nutrirlo: tú aliado ¡El aceite de argán!
- Cabellos grasos
Si tu melena tiende a producir más grasa de lo habitual y cuando has acabado de lavarte el pelo tu raíz tiende a brillar y sientes que está sucio, correspondes a esta categoría. ;-)
Para equilibrar la producción de cebo, el agente responsable de la producción de grasa en el cuero cabelludo, deberás usar productos que contengan extractos vegetales. Si quieres acondicionar el cabello, lo ideal en estos casos es usar serúms e hidratar únicamente las puntas.
- Cabellos finos
Las melenas con poco volumen, suaves y lacias suelen pertenecer a esta tipología de cabellos. Además, tienden a sufrir por culpa de la electricidad estática.
Si este es tu caso y buscas un extra de volumen, te aconsejamos que trates tu cabello con productos elaborados a partir de células madre de origen vegetal, gracias a este compuesto, en poco tiempo podrás conseguir el acabado perfecto que buscabas.
[Tweet «Con el cuero cabelludo #sensible, utiliza champús naturales #SinSulfatos y #SinFosfatos»]
¿Cómo nos ayudan los productos naturales en el lavado del cabello?
Existen cueros cabelludos sensibles que se irritan con facilidad, bien por la propia composición de la piel o a consecuencia de tratamientos prolongados como alisados, permanentes o decolorados.
Este tipo de cabellos se ven muy afectados por los sulfatos y los fosfatos: los responsables de generar la espuma que arrastra la suciedad de nuestras melenas y a menudo, sienten ardores o picores en la cabeza. En estos casos lo más recomendable es usar champús naturales creados a partir de materiales vegetales como la pulpa de coco y el aceite de macadamia que ayudan a reparar el cabello desde dentro y no dejan residuos. Además, al ser biodegradables son responsables con el medioambiente.
¿Y tú, tienes algún tipo de consejo que quieras compartir?