No es una ciencia exacta, pero alrededor de los 25 años de edad comienza el envejecimiento de nuestra piel y esta empieza a experimentar modificaciones. La pérdida de ácido hialurónico en nuestra piel es inevitable. Las razones están en una mezcla de procesos internos y factores externos.
Los factores que inciden en el envejecimiento suelen ser de varios tipos: genéticos, medioambientales y del estilo de vida que se lleva. El resultado puede observarse en las señales del envejecimiento como la pérdida de volumen, arrugas y pérdida progresiva de luminosidad.
La pérdida de volumen en el rostro
Aunque no es fácil identificar la pérdida de volumen en el rostro, las señales visuales ayudan a localizarla. Durante la juventud, el volumen de la piel tiene una distribución homogénea y sus características están contenidas en el denominado “triángulo de belleza”: pómulos altos, cuello firme, piel suave y un contorno facial muy marcado.
Progresivamente y a medida que vamos madurando, estos signos de pérdida de volumen van ocasionando una línea mandibular más ancha, con mejillas más aplanadas, comienzan a aparecer líneas de expresión en la frente y las comisuras de la boda pueden empezar a marcarse ligeramente hacia abajo.
¿Qué parámetros inciden en la inversión del triángulo de belleza?
Podemos hablar de distintos factores, como, por ejemplo:
- Cambios hormonales: En la adolescencia el nivel de estrógeno es alto. Nuestra piel es suave y elástica y el contorno del rostro está bien marcado. Sin embargo, a medida que las personas vamos cumpliendo años, van disminuyendo los niveles de hormonas y el número de células que dan volumen a la piel, lo que va originando una pérdida de la definición del contorno facial.
- El estilo de vida: También la pérdida de volumen se debe a diferentes factores externos relacionados con el estilo de vida, lo que origina la aparición de arrugas. Por ejemplo, la nicotina y otros productos químicos del tabaco van dañando el colágeno de la piel. Un exceso de exposición solar también ocasiona la degradación progresiva del colágeno de la piel.
- La menopausia: En la menopausia, la mujer va a experimentar algunos cambios importantes en su equilibrio hormonal.
[Tweet «La pérdida de #ácidohialurónico en nuestra #piel es inevitable»]
Las funciones del ácido hialurónico
Este ácido se genera en el interior de nuestro organismo y forma parte del llamado tejido conectivo de la piel. Entre sus funciones importantes está la conservación de los niveles de hidratación de nuestra dermis. Con el paso del tiempo y el envejecimiento, la capacidad de nuestra piel de sintetizar ácido hialurónico disminuye cada vez más y nuestra piel va perdiendo firmeza.
Por su capacidad para la acumulación de agua, el ácido hialurónico aporta un importante efecto regenerador a nuestra piel. Por ello, la utilización de productos que contienen este principio activo mejorar la retención de agua, aportan volumen a la piel y reducen la aparición de arrugas.
Actualmente se utiliza, fundamentalmente, en dos ámbitos diferentes: la cosmética y la estética por un lado, y la rehabilitación y traumatología por otro. El ácido hialurónico sirve para potenciar la elasticidad de la piel, mejorar la hidratación de los tejidos de la epidermis y ayudar a la formación de cartílagos.
Beneficios para las articulaciones
Además de todos estos beneficios relacionados con la belleza, el ácido hialurónico es un excelente producto para paliar los efectos de la artritis. Gracias a su efecto lubricante y a sus propiedades captadoras de agua, se convertirá en una gelatina que lubricará nuestras articulaciones.
De esta forma, eliminará y mejorará el dolor en articulaciones como la rodilla, el codo, la cadera, etc… evitando la sensación de pesadez y cansancio, ayudando a recobrar el movimiento.
Soluciones ante la pérdida de ácido hialurónico
Aunque la pérdida de ácido hialurónico y de volumen son problemas complejos y la mayoría de las veces inevitables, si pueden tratarse los efectos visibles que se derivan de ellas.
Una de las medidas preventivas más importantes es evitar la exposición prolongada ante los rayos solares. Si nos vamos a exponer al sol, es muy importante e imprescindible el uso de un buen protector solar.
Por otro lado, también el tabaco contribuye a la pérdida de ácido hialurónico, disminuyendo sus propiedades y sus beneficios, por lo que es una razón más para reducir su consumo o evitarlo. Otro factor importante es llevar hábitos de vida y alimentación saludables y reforzar todo esto con tratamientos para la piel a base de cosméticos con ácido hialurónico.
[Tweet «El #ácidohialurónico es un excelente producto para paliar los efectos de la #artritis.»]
En SOIVRE ofrecemos diferentes productos para aportar los beneficios del ácido hialurónico a nuestra piel:
- Flash Lifting. Con una acción dermotensora instantánea, este cosmético aporta a nuestra piel la flexibilidad y tersura que necesita. Con unos componentes basados en el colágeno, la vitamina C, el aloe vera y el ácido hialurónico… en algunas semanas se mitigarán esas pequeñas arrugas y flacideces del rostro.
- Agua Micelar Soivre. Nuestra agua micelar limpia, desmaquilla e hidrata la piel purificándola y obteniendo un efecto suave y luminoso. Ideal para aportar frescor y aroma, incluso en pieles sensibles.
- Crema Reparadora Corporal Panthenol. Con extracto de caléndula, aceite de oliva, alantonía, aloe vera y, por supuesto, ácido hialurónico, repara e hidrata la piel.
- Spray reparador intensivo para la piel Panthenol. Elaborado con un 6% de panthenol, alantoína, vitamina E y ácido hialurónico, las aplicaciones de este spray reparan la piel y la aportan una hidratación duradera.
- Crema Reparadora Intensiva Facial Panthenol. Otro interesante producto con el ácido hialurónico entre sus componentes. Ideal para combatir la sequedad cutánea y para aplicar en pieles sensibles reactivas.
- Gel contorno de ojos. El más completo gel para el contorno de ojos. Mediante sus tres componentes activos, retinol, colágeno y ácido hialurónico, ofrece una intensa hidratación y reduce las arrugas.