LAS MANOS: UNA ZONA CLAVE
Cuando saludamos a alguien por primera vez le estrechamos la mano a mono de presentación. Cuando le pasamos un objeto a algún compañero de trabajo lo hacemos de mano a mano. Cuando estamos con nuestros amigos y seres queridos nos tocamos con las manos a menudo. Nuestras manos son también las que acarician a nuestros seres más queridos.
Todo lo que hacemos pasa por nuestras manos. Ahí radica su importancia y también su punto débil porque es una parte de nuestra piel que siempre o casi siempre está a la intemperie. Están expuestas a las inclemencias del tiempo y al roce constante con todo tipo de objetos.
LA PIEL DE LAS MANOS
La piel de las manos tiene unas características especiales. Es muy fina, sobre todo en el dorso de las manos. Tiene una composición distinta a la piel de otras zonas del cuerpo: tiene pocas glándulas sebáceas lo que se traduce en poca capacidad par fabricar una capa protectora natural. Además, el pH de las manos es menos ácido que el de otras partes del cuerpo porqué está sometido a factores externos constantemente, esto hace que tenga tendencia a debilitarse y ser más susceptible a la desecación.
La piel del dorso es diferente a la de las palmas:
La piel de la palma
Tiene una capa gruesa y rica en tejido adiposo y tejido conectivo
No tiene glándulas sebáceas
Tiene escaso factores hidratantes naturales
La piel del dorso
Poco tejido adiposo
La dermis es muy fina y retiene muy poco agua por lo que las manos requieren una hidratación extra.
¿QUÉ CARACTERÍSTICAS DEBE TENER UNA CREMA DE MANOS?
En primer lugar debe ser lo más natural posible. Debe incluir ingredientes nutritivos como Rosa de Mosqueta, Aceite de Argán, Aloe Vera, Manteka de Karité.
Las cremas de manos deben proporcionarnos una hidratación intensiva y deben incluir ingredientes nutritivos que nos ayuden a regenerar la piel.
Evitar cremas grasas ya que no resulta cómodo su uso. Las cremas de rápida absorción nos permitirán usarlas en cualquier momento del día.
FACTORES QUE ACELERAN EL ENVEJECIMIENTO DE LA PIEL
La composición de la piel cambia con el paso del tiempo, pero hay unos factores que aceleran su deterioro y que debemos tratar de evitar o contrarrestar.
- Exposición solar sin protección
- Contacto con productos de limpieza
- Falta de hidratación de la piel
- Falta de nutrición de la piel
CONSEJOS PARA UNAS MANOS BONITAS
En definitiva, se trata de protegerlas en la medida de lo posible de los factores que puedan perjudicarlas. Si no tenemos más remedio que tocar productos de limpieza, es recomendable que usemos guantes protectores.
Hidratarlas diariamente varias veces si hace falta. Lo ideal es crear el hábito de aplicar una capa fina de crema hidratante después de lavarnos las manos. Lavar las manos con agua tibia, no usar agua muy caliente ya que reseca la piel.
Exfoliarlas para eliminar las células muertas que dan una textura áspera a nuestra piel. La exfoliación de la piel de las manos debe ser suave por ejemplo os proponemos descubrir las gama de geles exfoliantes con distintos aromas de Soivre.