¿Conoces el aceite de argán? ¿Sabes sus aplicaciones? Disfruta de un producto natural con cientos de años de historia que previene el envejecimiento de tu piel.
Origen del aceite de argán
El argán es un árbol endémico de una zona semi-desértica situada entre Marruecos y Argelia. Esta planta puede llegar a los 10 metros de altura, con una esperanza de vida de más de 150 años. El valor de esta especie radica en su fruto, el cual tarda un año en madurar. El aspecto del fruto presenta unos 2-3 cm de largo por unos 2 cm de ancho, con una piel gruesa y conteniendo semillas ricas en un aceite al que le da su nombre.
El aceite de argán es la base de la cultura bereber. Desde hace siglos, los bereberes, lo han utilizado tanto como alimento, como cosmético para la piel y el cabello. Con la piel funciona perfectamente ante las arrugas, la sequedad, huellas de acné y varicela, irritaciones, quemaduras, eccemas o psoriasis, entre otras muchas aplicaciones. En cuanto al cabello devuelve el brillo y lo nutre. También se puede utilizar para el endurecimiento de las uñas y para hacer masajes corporales.
Las increíbles propiedades cosméticas y el elevado valor comercial que ofrece el aceite de argán, han servido para proteger esta especie ya que la superficie que ocupaba históricamente se había reducido en más de un 50% en los últimos 100 años. En 1998 la Unesco declaró Reserva de la Biosfera la comarca del Souss, lugar donde crece el Argán.
La cosmética moderna ha encontrado en el aceite de argán un producto totalmente natural y efectivo para infinidad de tratamientos de la piel y del cabello.
Aceite de argán para la piel
Las propiedades hidratantes, suavizantes y regeneradoras que nos ofrece el aceite de argán lo hace ideal como alternativa a la cosmética tradicional en lo que al tratamiento de la piel se refiere. En la actualidad, en esta línea, el uso más común que se le da es para su aplicación en la cara.
El aceite de argán lo podemos aplicar directamente o combinado con otros productos que utilicemos habitualmente. También encontraremos cosméticos que lo incluyen directamente en su composición.
Si lo aplicamos directamente o combinado con otro cosmético, bastará simplemente con unas gotitas del mismo. En el caso de aplicarlo directamente pondremos unas gotitas en nuestros dedos y procederemos a masajear nuestro rostro realizando un masaje suave y circular empezando por la barbilla hasta llegar a las mejillas. La misma operación la realizaremos en la frente, empezando en la zona central hacia el exterior. Deberemos evitar la zona del contorno de ojos.
Todo este tratamiento lo podremos dar por finalizado cuando nuestra piel haya absorbido la totalidad del aceite de argán. Si tienes granitos de acné, pon una gotita en cada uno de ellos y dale unos golpecitos con el dedo hasta que absorba el aceite.
Si eres de las que tienes la piel seca, aprovecha y combina el aceite de argán con tu crema facial habitual. Mezcla unas gotitas de este aceite con tu crema y obtendrás un producto mucho más nutritivo e hidratante.
Si eres constante con este tratamiento al final los resultados serán patentes, consiguiendo una piel suave e hidratada y preparada para evitar un envejecimiento prematuro.
Aceite de argán para el pelo
Después de la piel de nuestro rostro, el cabello es otro de los puntos donde la acción cosmética del aceite de argán se valora de forma especial. Con su aplicación obtendremos un pelo mucho más suave y sedoso, eliminando el dichoso encrespamiento y nos permitirá alisar nuestro cabello desde las raíces hasta las puntas. Tanto si tu pelo es liso como rizado, seco o graso, el aceite de argán te dará unos resultados increíbles.
De todos modos, en el caso del pelo, la aplicación del aceite de argán nos requerirá de un plus de dedicación. Realizando esta operación un par de veces a la semana, conseguiremos un cabello hidratado, suave, resistente y con puntas y raíces reforzadas.
A continuación te damos los tres pasos que has de seguir para aplicarlo correctamente sobre tu pelo:
• Aplicar el aceite de argán hasta que penetre en todo el cabello. Pon especial interés en el cuero cabelludo, las raíces y las puntas. Masajea durante un buen rato. Evita utilizar aceite en exceso. El cabello no tiene que quedar graso.
• Envuelve la cabeza con una toalla húmeda y caliente y deja que el aceite de argán actúe durante al menos 30 minutos.
• Retira la toalla y peina antes de lavar con agua y un champú normal. Aplica un suavizante y ya notarás los efectos de una forma clara.
Desde SOIVRE esperamos que este artículo os haya servido para descubrir uno de los tratamientos naturales de la piel y el cabello que mejores resultados está dando. Pruébalo y dinos cómo te ha ido.
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Esperamos que te sea muy útil :-)