El sol es un arma de doble filo. Es un amigo que te mima y acaricia la piel temprano en la mañana, pero que luego al mediodía te va dando mordidas profundas, pica y penetra sin compasión.

¿Sabes todo lo que generan en tus células los rayos UVA y UVB? Pues ahora que estamos en pleno verano, con todas estas olas de calor, es bueno que sepas los efectos que produce el sol cuando no usas fotoprotector.

Las dos caras de tomar el sol sin fotoprotector

Efectos positivos de la exposición al sol

El sol es un promotor de vida. Lo necesitamos nosotros y el resto de los seres vivos en la tierra para mantener nuestra existencia.

Una dosis de sol es fabulosa en tu piel para activar la producción de vitamina D. Esta vitamina es la responsable de aumentar la absorción en los huesos de fósforo y calcio, y así se fortalece toda nuestra estructura ósea.

Precisamos el sol para activar la circulación. El aumento de la temperatura corporal producto de sus rayos crea una dilatación en los vasos sanguíneos y de ahí que la sangre fluya más fácil.

Y no solo eso, sino que el sol estimula el sistema inmunológico, alivia los síntomas de la depresión, provoca una mayor producción de melanina (pigmento que nos da el tono bronceado) y es este pigmento oscuro un protector natural ante los rayos UV.

Y si aún te parece poco, tomar el sol mejora la calidad del sueño, despierta el deseo sexual pues aumenta la producción testosterona y ayudan en la metabolización del colesterol malo y lo reducen.

¡Cuántos beneficios en la luz solar! ¿Quieres conocer las dos caras de la moneda?

Efectos dañinos de la luz solar en nuestra piel

No hay bien que no traiga consigo un mal. El sol es también un mensajero de enfermedades si abusamos del tiempo de exposición.

Los rayos UVA del sol entran hasta la dermis –la capa intermedia de la piel– y distorsionan el funcionamiento de nuestros átomos. Los convierten en radicales libres y causan el fotoenvejecimiento y las alergias solares.

Estos efectos nocivos aparecen luego de muchos años de exposición abusiva. Nuestra actitud inconsciente ha generado en la capa de ozono agujeros de forma que en varios países los rayos penetran con fuerza y hay altos porcentajes de la población con problemas en la piel.

Los rayos UVB del sol llegan hasta la epidermis o capa superficial. Estos traviesos amigos causan rojeces en las pieles muy blancas, quemaduras o eritema solar y hasta edemas, según la intensidad.

Además del fotoenvejecimiento, también debería preocuparnos la fotoinmudepresión. Sí. El exceso de sol baja las defensas y es normal entonces que aparezcan los herpes labiales. Y en algunos casos, las mucosas sensibles en los ojos se dañan y dan pie a las cataratas.

Existen muchas afecciones cutáneas vinculadas al sol y la desinformación es la gestora de comportamientos arriesgados.

El astro rey cada día va haciendo su trabajo, con o sin nubes sus rayos penetran y llegan a nuestra piel, por lo que debemos utilizar fotoprotectores o bloqueadores solares; recurrir a las ropas de mangas largas; usar los sombreros y gafas de sol –compradas en un centro de confianza– y por supuesto, permanecer bajo la sombra en las horas más críticas, que son entre las 12 y las 16 horas.

Fotoprotector y paliativos para protegernos

En el mercado existen numerosos productos fotoprotectores –afines a los distintos tipos de pieles– que podemos utilizar para protegernos del sol. Algunos son fotoprotectores químicos y otros físicos con efecto pantalla que no dejan que los rayos UV penetren.

Otro producto totalmente natural y que a veces tenemos a mano en casa es el aloe vera. Ante las rojeces producidas por el sol, puedes aplicar zumo de aloe vera natural o geles que lo contengan, y con relativa rapidez notamos la mejora y el frescor en la  zona.

Gracias a sus propiedades humectantes, su riqueza en antioxidantes como la vitamina A, C, E, el aloe vera es un aliado ideal para hidratar la piel luego de intensas jornadas bajo el sol.

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Recuerda, los efectos nocivos del sol no se ven de inmediato (a menos que sufras quemaduras). Sus daños son un proceso acumulativo y afecta las capas superficiales e internas de la piel con enfermedades evitables como el cáncer de piel. Si bien es cierto que detectado a tiempo, el 95% de los cánceres de piel se curan, no debemos ser ilusos, perder la percepción de riesgo y andar sin tomar medidas.

Nuestro consejo es que disfrutes del verano en plenitud. Es el momento de estar al aire libre y disfrutar el buen tiempo, pero toma precauciones y protégete.

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